Cádiz no solo es famosa por sus carnavales. Además de la alegría que desborda durante el mes de febrero de cada año, la Cádiz “ciudad” nos sorprenderá por sus muchos encantos, su histórico pasado lleno de importancia y por su manera tan especial de acoger al viajero. Una escapada de fin de semana durante nuestras vacaciones de agosto será suficiente para que nos impregnemos de toda la singular belleza que esta alegre provincia de Andalucía nos aportará durante nuestra visita.
Cádiz es una pequeña península ubicada sobre una bahía. Su costa está bañada por el Océano Atlántico, con una estructura muy particular que le ha hecho ganar el sobrenombre de “La Tacita de Plata”. También su malecón nos recuerda al de La Habana. Por un lado encontraremos el mar y por el otro sus tradicionales edificios pintados con colores alegres.
Porque Cádiz es sobre todo una ciudad alegre, tanto por su estructura como por el carácter tan especial de su gente, de natural simpáticas y dotadas de una gran sentido del humor. Ésto último se refleja sobre todo cada año cuando llega la época de los carnavales. Toda la ciudad participa de esas entrañables fiestas en las que todos participan con sus chirigotas, que llenan la ciudad de música y de ironía.
Cádiz siempre ha estado influenciada por su importante situación comercial y militar frente a las costas de África. De ascendente Fenicio, la antigua Gadir fue el encalve más importante de que disponía esta civilización antigua en la Península Ibérica, dentro de lo que fue en su momento el reino de Tartessos. Ya en época romana pasó a llamarse Gades, que adquirió gran prosperidad durante mucho tiempo, como demuestra sus acueductos, anfiteatros y otras construcciones de igual relevancia.
En nuestra visita a Cádiz podremos visitar una gran cantidad de monumentos históricos, aunque si el tiempo de un fin de semana es limitado, deberemos seleccionar los puntos más destacados y de visita obligada para conocer al máximo esta hermosa ciudad andaluza. Os dejamos una reseña de algunas de las lugares recomendados que no debemos dejar pasar por alto.
–El yacimiento fenicio-púnico Casa del Obispo. Allí se exhiben una muestra arqueológica muy interesante que va desde la época fenicia hasta el siglo XVIII.
–El Teatro Romano. Construido en el siglo I a.C., es el más grande de España. Sobre él se construyó durante la Edad Media un barrio que utilizó sus materiales, lo que impide que podamos contemplarlo en la actualidad en toda su magnitud.
–El Acueducto Romano. El agua de este acueducto partía desde los manantiales del Tempul, haciendo un recorrido de más de 70 kms. sobre muros y arcadas o bien en canalización cerrada en algunos tramos. Podemos ver sus restos expuestos en la Plaza de Blas Infante.
–La necrópolis romana. De ella únicamente quedan los columbarios. En nuestra visita podremos visitar la zona de los recintos funerarios colectivos que complementaremos con un interesante audio-visual sobre el mundo funerario romano de aquella época.
–La Factoría de Salazones. De época romana, nos muestra el esplendor económico que alcanzó la ciudad en aquella época.
–El Museo de Cádiz. Lo encontraremos en la Plaza de la Mina. Está dividido en tres zonas: Arqueología, Bellas Artes y Etnografía. Son de destacar los sarcófagos fenicios antropoides.
También la zona del centro de Cádiz tiene mucho que ofrecer al visitante. Su patrimonio monumental es impresionante y variado. Por sus palacios, iglesias y edificios civiles y militares podremos dar un paseo por el tiempo desde la Edad Media hasta el siglo XX. De estos monumentos se podrían destacar la Catedral de Santa Cruz, el Gran Teatro Falla, la Cárcel Real, el Ayuntamiento, la Iglesia de Santiago y el muy conocido Monumento a las Cortes de Cádiz.
No olvidemos que debemos reservar algún tiempo de nuestra visita para recorrer alguna de las playas que bordean la ciudad, vivir su ambiente y refrescarnos al menos en sus aguas.